M&N
La primera vez que hablé con María ya me di cuenta que el reportaje del día de su boda iba a ser divertido. El buen rollo nació al instante, y se confirmó al conocer a Nacho. Documentar sin intervenir, respetar los tiempos de la pareja, dejar que los momentos vayan fluyendo delante de la cámara, fueron detalles con los que nos ganamos la confianza para movernos por donde quisimos generando una complicidad muy bonita entre todos. María no quería perderse ni un solo minuto de su gran día. Tanto en su casa de Peñalba (Huesca), como en la ermita donde se casaron, o el tiempo del banquete y la fiesta en el restaurante de Espaioró, trabajamos su boda con todo el cariño desde diferentes planos para darle una continuidad narrativa a la historia. Esta es una selección de las muchas fotos entregadas a la pareja que van narrando lo que vieron, y no vieron, de su gran día.
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